Por: Daniela Gómez y Álvaro G.
23 de junio de 2015
El interior de una protesta desde los ojos de un estudiante
CRÓNICA:
La Cali de los años 50’s.
Por María Camila Franco
La
historia que usted, querido lector, tiene hoy entre las manos no es más que la recopilación
de sentimientos y anécdotas brevemente contadas. Anécdotas de mi juventud y de
esos años en los que creía firmemente en un mundo justo, donde todos solíamos ser iguales y por lo tanto, merecíamos el mismo
respeto. Y sin más preámbulo, así comienza esta historia…
Dama
de la justicia. Símbolo internacional de dicho valor.
Fuente: http://www.teinteresasaber.com/2012/02/la-justicia-simbolos-y-metaforas.html
L
|
a
tensión se respiraba en cada aula, cada pasillo y cada rincón de la facultad de
derecho.
Tensión
causada por el descontento entre mis compañeros y aquel profesor que había sido el
encargado de las clases de derecho laboral. Aunque era todo un magistrado del
tribunal superior, sus métodos de enseñanza rayaban con la arrogancia, el despotismo y la grosería. Era
una de esas personas que no le ven ningún problema a pasar por encima
del que sea necesario para conseguir lo que quiere, sin importarle cuan injusto
pueda llegar a ser ni cuánto daño pueda causar a las personas alrededor.
Y ahí estaba yo, 21 años y miles de sueños, sueños de convertirme en ese gran abogado
que mi madre soñaba, de ver a mi país convertido en un país justo y libre…Sentado al frente del aula de este profesor, miraba la puerta pensando
que pronto llegaría la hora de entrar a clase y que él con su carísimo traje
llamaría a lista, y al llegar a la F, inicial de mi apellido, lo
único que se llevaría sería una fea
sorpresa, ya que jamás me encontraría entre los pocos estudiantes que todavía
quedaban en su salón … pero era demasiado tarde para arrepentirse.
Todavía
recuerdo ese día en el que mi paciencia se agotó y en un intento por defender
lo
que pensaba, lo único que recibí fue humillaciones, insultos y palabras
acompañadas de rabia por parte de este profesor; y de no haber sido por un
compañero hubiésemos llegado a los
golpes. Y yo no era el único testigo de lo que pasaba con este profesor ya que
tal como me enteré poco después, muchos
otros habían presentado quejas. Y así fue como decidimos agotar todas las instancias que había. Hablamos con
él y le explicamos lo que pensábamos. Sin obtener ningún cambio de su parte pasamos
a llevar nuestro problema al concejo estudiantil, después recurrimos
directamente al rector de la universidad que nos respondió simplemente que
tuviéramos paciencia; temeroso de meterse en un problema con tal eminencia como
las directivas solían llamarlo, y claro, quién iba a querer tener
algún problema con todo un magistrado del tribunal superior de la ciudad?
Ya no
sabíamos qué hacer ni a quién recurrir
para solucionar este problema que era cada día peor, entonces, decidimos hacer
justicia por nuestros propios medios y dejar de asistir a las clases de derecho
laboral. Aunque había una parte de mis compañeros que no estaba de
acuerdo con las medidas que estábamos tomando, les fue imposible entrar a clase
porque bloqueamos los pasillos y las puertas del aula. Tiempo después, las
cosas seguían poniéndose más y más
serias, el profesor seguía en esa actitud de irrespeto y grosería, burlándose de sus estudiantes, menospreciándolos
y calificándolos de manera injusta simplemente porque no eran de su agrado; mientras que nosotros, seguíamos sin entrar a
clase. Las directivas de la universidad estaban enteradas, así como la facultad
de ciencias de la educación; estos últimos decidieron unirse a nosotros y
protestar pacíficamente.
Así fue
como unimos fuerzas y salimos a marchar a las calles como ya lo habían hecho muchos otros
estudiantes anteriormente. De los que más se había oído hablar eran los
muchachos del Pilar, del San Juan Berchmans, que protestaban por todo eso que
les parecía injusto e incorrecto…y de un tal Andrés Caicedo que escribía sobre
esto para des-aburrirse o para que sus compañeros tuvieran algo qué leer mientras se escapaban de clase.
Nosotros salimos
de la Universidad hasta la plaza de Caicedo donde se encontraba el tribunal, y
por lo tanto la oficina de nuestro profesor. Y ahí estábamos todos, parados
frente a aquel edificio gris donde este pasaba la mayor parte de su tiempo…firmes,
con nuestro objetivo siempre en la mente. Y así fue como nuestro profesor
fue obligado a renunciar a su puesto en la universidad; cosa que recuerdo con
un poco de lástima ya que nuestro propósito no era llegar hasta estos extremos,
simplemente buscábamos ser respetados todos por igual. Lo que
desafortunadamente no fue posible y esas
fueron las consecuencias. Después de esto, las cosas volvieron a la normalidad…
los estudiantes a las aulas y el magistrado al tribunal. Y siendo la primera
generación de la universidad en hacer una protesta de este tipo, se le demostró
a Cali que no había necesidad de utilizar la violencia para defender los
ideales y que los abogados que saldrían de esa promoción eran hombres íntegros y justos.
¿Que si me
arrepiento de algo? En ningún momento, al contrario, haber hecho parte de esto me permitió reafirmar mis valores y tener aún
más claro que lo principal es el respeto entre todas las personas. ¿Si lo
volvería a hacer? Si se trata de defender mis ideales y de luchar por una causa justa,
sin pensarlo dos veces, volvería a las calles.
2C
22 de junio de 2015
Explorando la mente de Andrés Caicedo por Lina María Potes
TEXTO EXPOSITIVO: Los años 60s y su impacto en el mundo.
Explorando la
mente de Andrés Caicedo
En del cuento “El Espectador”, escrito por el escritor
caleño Andrés Caicedo, podemos observar que en toda la historia se mencionan
diversas películas de su época, una de ellas (y en la cual nos enfocaremos a
continuación) es “You’re a Big Boy now”, traducida en español con el nombre “Ya
eres un gran Chico”.
Por: Lina María Potes
2A
¿Andrés
Caicedo habrá mencionado “You’re a Big Boy now” por azar?
P
|
Éste es el poster de la
película.
http://www.benitomovieposter.com/catalog/
images/movieposter/27589.jpg
|
rimero que nada, me gustaría hacer una sinopsis de dicha película para
que puedan entender mejor lo que se dirá en unos momentos. Esta película,
escrita y dirigida por el exitoso director Francis Ford Coppola en 1966, se basó en la novela de David Benedictus
en 1963 quien también tuvo como título You're
a Big Boy Now. Todo el enfoque de la película se concentra en el intento de
Bernard, quien es alguien tímido e ingenuo en los caminos el mundo, de romper
con sus padres autoritarios y hacer una vida para sí mismo en Manhattan.
Dicho personaje incluso se encuentra vigilado por la dueña del nuevo edificio en donde vive: ella se compromete a espiarlo y reportar a su mamá (quien es sumamente sobreprotectora) cualquier actividad relacionada con mujeres. Mientras que los adultos y las figuras de autoridad en la vida de Bernard parecen monstruos y tratan de controlarlo, su compañero Raef le ofrece malos consejos y lo hace navegar a través de una nueva “libertad”, enseñándole a fumar, consumir drogas y explorar el mundo del sexo bajo el disfraz de la amistad. Cabe también mencionar que Bernard se enamora de una hermosa actriz y bailarina de go-go: Su nombre es Bárbara Darling y es una de los dos personajes principales, junto a Bernard.
You're a Big Boy Now
contiene temas e inquietudes que eran propios de Coppola, tales como la
búsqueda de independencia, la verdadera
imagen de la juventud y el surgimiento de una nueva cultura; Para él, la
juventud la veía como uno de los tesoros malgastados de la sociedad. Así que basándose
en sus opiniones y pensamientos (y obviamente en la novela de David
Benedictus), Coppola dirige dicha película. Esta película es un ejemplo de las características
de la contracultura[1]
que estaban presentes en esa época. De hecho, los años 60s fueron denominados
como una época de contracultura, para referirse a la actividad rebelde de la
juventud de los años 60 y sus mentores ideológicos. Y también, los 60s dieron
nacimiento al famoso movimiento hippie.
Es interesante mencionar que los fenómenos que definieron a la contracultura
fueron: los acercamientos coloridos y frecuentemente inducidos por drogas al
arte, la música y el cine, la indulgencia desinhibida en el sexo y drogas como
símbolo de libertad, la liberación espiritual y sexual, la liberación de la
palabra de la censura, entre otros.
En Ya eres un gran chico notamos el buen trabajo del director poniendo
claramente en evidencia lo que quiere enseñarle al público. Por una parte,
tenemos el énfasis en la música y el baile, las cuales eran nuevas maneras de
liberarse y divertirse. En la película, Bernard decide ir con una chica a una
discoteca, sin saber que allí se encontraría a Bárbara. Al llegar, la música es
la predominante del momento y del lugar. La discoteca está llena y todo el
mundo está disfrutando de la noche. Bernard ve salir a Bárbara de un cubo, y
ésta empieza a bailar. Exactamente a partir de que Bárbara empieza a bailar,
vemos cómo las cámaras y los ojos de Bernard se enfocan en la bella bailarina. Esa
escena dura como mínimo un minuto y la aparición de colores psicodélicos logra
también cautivar la atención del espectador. La atención la tiene la bailarina,
lo cual hace hincapié en el tema del baile. También, sabemos que Coppola pone
el tema del baile en evidencia por el simple hecho de que una de sus dos
personajes principales es una talentosa bailarina.
Aquí podemos
ver una foto de la escena en donde Bárbara aparece bailando en la discoteca.
http://www.35milimetros.org/wp-content/uploads/2011/06/yabbk15.jpg |
Por otro lado, al principio,
vemos también que Bernard se siente por primera vez atraído por tiendas en
donde se venden posters de mujeres semidesnudas y desnudas. En otras palabras,
vemos cómo Bernard descubre su gusto por las cosas sin censura, lo cual hace
juego claramente con el fenómeno mencionado anteriormente. Otro buen ejemplo
del reflejo de la contracultura en la película, es la integridad del personaje
de Raef. El papel de Raef en la película es el de un muchacho joven como Bernard,
quien tiene un poco más de “conocimiento” en cuanto a las nuevas tendencias de
la época. Es una persona totalmente fresca, a quien le gusta el arte de la
poesía. Los consejos que le da a su amigo para inducirlo a la “onda” concuerdan
perfectamente con los fenómenos de la contracultura hippie. Por ejemplo, tenemos el momento en el que se encuentran
juntos elevando una comenta, cuando Raef saca de su bolsillo dos rollos con
marihuana. Éste le dice a su amigo que el primer paso para crecer es aprender a
fumar o ingerir drogas, logrando convencer a Bernard de irse por tal camino.
También, vemos en varias ocasiones que Raef incita a Bernard de interesarse en
el tema del sexo. Justo en el mismo momento en el que le ofrece el rollo, le
entrega una carta de Amy, la chica con la que salió a la discoteca. En ese
momento, le toca el tema del sexo, haciéndole preguntas al respecto y tratando
de convencerlo para que tenga sexo con ella. Y una vez que Bernard le confiesa
a su amigo que es virgen, Raef empieza a llenarle la cabeza con palabras
relacionadas con dicho tema.
Pero la contracultura de los
años 60s no está sólo reflejada en You’re
a big boy now. Andrés Caicedo vivió varias facetas de la ciudad de Cali:
una de ellas, fue cuando dicho fenómeno contracultural azotó a la ciudad. Esta
faceta impactó a la población caleña de manera insólita, siendo un motivo para
el escritor de plasmarla en varios de sus cuentos. Por ejemplo, su evocación
frecuente en cuanto al tema del baile y la música muestra cierta atracción hacia
ello. En el cuento El atravesado, por
ejemplo, podemos ver entre las páginas 259- 260 que el narrador y varios
personajes se sentían atraídos por el baile y la música. El narrador, a través
de sus sentimientos, nos hace sentir la importancia del baile para él y para
toda la gente de la época; más que una especie de moda, es como si el baile y
la música fuesen algo que solía unir a la gente. Otro ejemplo podría ser el
cuento Infección, en el cual también
se evoca el baile, la fiesta y la música. En la página 23 del libro, podría
llegarse a pensar que el narrador es el mismo Caicedo, pues los sentimientos y
pensamientos de éste son bastante similares a los del escritor (después de la
información obtenida acerca de él). Andrés Caicedo también escribió un libro
entero, el cual muestra claramente las similitudes de la época de la película y
su presente; también se fortalece la idea de su gran atracción hacia el tema.
El libro se llama ¡Qué viva la
música !. Así que a
partir de la información dada anteriormente podemos decir que al hablar de
dichos temas, o mejor dicho, hacer un énfasis en dichos temas, nos hace saber
la importancia que tienen para él.
Foto del escritor
caleño Andrés Caicedo
http://www.banrepcultural.org/sites/default/files/andres-caicedo_0.jpg
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Las similitudes mencionadas
anteriormente nos hacen llegar a la conclusión de que Andrés Caicedo era
alguien que admiraba de cierto modo la música y el baile; y es que siendo dos
grandes sensaciones de la época era algo completamente normal que les diera
tanta importancia y que sintiera dicha atracción hacia ello. Todos estos
detalles encajan como un rompecabezas, lo cual nos hace llegar a la conclusión
de que Andrés Caicedo, al mencionar dicha película desea hacer hincapié en la
época de los 60s, así como lo hace la película de Coppola. Cali y el mundo se
habían contagiado completamente de la Generación
Beat, la cual le da nacimiento al movimiento hippie un par de años después. Dicho fenómeno era la razón por la
cual los directores y los escritores de cine aprovechan para crear películas
vinculadas con la actualidad de entonces.
Para concluir, podríamos
decir que en el cuento El Espectador, You’re
a Big Boy now no fue mencionada porque sí. Se puede notar claramente la
relación entre la situación de la época, el tema de la película y la realidad
de Andrés Caicedo.
[1] Movimiento social y cultural caracterizado por la oposición a los valores culturales y morales establecidos en
la sociedad.
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