10 de junio de 2015

Los Mensajeros

Los Mensajeros: 
Cuento: 
“Aún si ellos no vienen cómo lo prometieron, regresarán sus hijos, y los hijos de sus hijos” 
                                                                                               -Andrés Caicedo (Los Mensajeros, 1969) 

   A mí no me consta, eso me contaron… fue la última vez que vine a esta sala de cine sin usted. Se me sentó un tipo al lado que ya traía varios años encima. El hombre me lo dijo todo, por supuesto yo ya sabía un par de cosas, después de todo yo soy bastante curioso sobre lo que respecta al cine de mí país y ya había leído sobre los hermanos Francesco y Vincenzo Di Domenico pero la verdad es que cuando el tipo que le digo me habló, amplió por completo mi visión de todo. Pero es cómo le digo: a mí eso no me consta. Pues es difícil de creer que este país haya tenido buen cine, hoy en día hay solo una película nacional que “medio vale la pena” ver una vez al año.  
   Pero bueno, no nos salgamos del tema. Como le venía diciendo, el viejo me habló sobre un montón de cosas, y así fue cómo me perdí toda una función de James Bond, y por eso la vengo a ver hoy con usted. Cuando terminó la historia… no mentiras, sin si quiera haber terminado la historia, supe de inmediato que eso que estaba oyendo se lo contaría después yo a mis hijos, para que ellos se lo cuenten a sus hijos. Pero bueno, vea pues lo que me contó: 
Mara Meva en "El Amor, El Deber, El Crimen"
   Me dijo que la Colombian Film Company hizo historia, con excelentísimos títulos que salieron por sus puertas para mostrar su grandeza al mundo, y que aunque en el estudio tenían muchísimos directores excelentes, nunca hubo películas cómo las dirigidas por los 2 hermanos prodigio, los Di Domenico. Lo que vino después fue un espectáculo de títulos de los cuales, no me enorgullezco decirle, no conocía ni la mitad. Pero no importó por que el tipo me contó las historias como si supiera que no conocía del tema, y cuando sí conocía pues nos quedábamos hablando de la película un poco más que con el resto. Como fue el caso de una de las primeras cintas de los estudios “El drama del 15 de octubre” en el que se narra casi a manera de documental el asesinato de Rafael Uribe Uribe, tema que fue nacimiento de mucha controversia, esta cinta obtuvo una crítica fenomenal, y la taquilla era acorde para la crítica, fue dirigida por los Di Domenico. Esa película si la vi por ejemplo, después de eso salió otra cómo Manizales City que mostraba la belleza de Manizales en forma de Documental. No la vi ni estoy muy interesado aunque el tipo me dijo que le diera una oportunidad así que ahí veremos. También me dijo que después de esa se hicieron un “auto-plagio” con “Bajo el Cielo Antioqueñoy que esa si no le había gustado nada. Después, hombre después, empezó con las actrices, que a diferencia de las de hoy, no eran productos pre-fabricados sino mujeres de verdad, cómo la bellísima Mara Meva de “El Amor, el Deber, el Crimen. En la que complotan ella y su co-estrella Rafael Burgos contra el marido de ella para poder estar juntos, otra que vi y que a usted le recomiendo ya que sé que le gustan por ese género. Después me habló sobre una que no conocía, pero me dijo que era lo que para mí es hoy Scarlett Johanson ja, ja… me debió creer uno más del montón. El nombre de la actriz era, si mal no recuerdo, Matilde Palau de “Como los Muertos” que según él era la seductora en la publicidad de aquella época, seguro voy a buscar alguno de sus afiches…  De otra que me habló, y yo conocía ya por cierto, fue de Inés Rendón de uno de mis títulos favoritos “Nido de Cóndores”, por ahí hablamos de una que otra más pero no me acuerdo muy bien de sus nombres, sin embargo con una de ellas llegamos al tema de la que en mi opinión es la mejor película del cine nacional “La hija del Tequendama” que fue la última película dirigida por los dos hermanos, ya que después de eso tuvieron varias discusiones causantes del conflicto entre ambos y la partida de Francesco del equipo de la Company .
   Eso fue lo que hablé con ese curioso hombre, y le aseguro que, además de contársela a mis hijos cómo ya se lo dije, se la contaré al que venga a esta ciudad con el mismo plan que los Di Domenico hace tantos años, crear el estudio de cine más grande del mundo, porque téngalo por seguro hombre, ese sucesor llegará, tarde o temprano, pero llegará, y yo, le contaré todo lo que acaba usted de oír, y le diré también, de los errores de los que debe cuidarse de cometer, cómo por ejemplo esas terribles películas que salieron después de la partida de Francesco Di Domenico, exceptuando por supuesto “Cómo los muertos y “El amor, el deber, el crimen”. Por errores también me refiero a el hecho de que Di Domenico se haya rendido por tener un “mal” año en audiencia y haya vendido todo a la industria de Cine Colombia, y digo “mal” año porque fue ligeramente más bajo en ganancias al anterior, pero los títulos empezaban a ponerse buenos otra vez, así que no había razón para venderlo, y mucho menos a Cine Colombia quien es culpable de que hoy ya no hayan teatros de cine sino salas de centro comercial como esta, pero bueno, supongo que eso ya se lo diré a él cuándo llegue aquel sucesor, lo que si le digo a usted, y le diré a él cuándo llegue, es que el cine de hoy está peor y peor, y que lo único por hacer es devolverlo a cómo era, por supuesto, aprovechando de los avances de ahora, cosa que no se hace, porque hoy cualquier cosa se puede ver real pero lo único que hacen las películas es poner un espectáculo de efectos especiales sin contexto alguno, y eso no es cine, el cine es crear un universo y darle vida a una historia, mientras que lo de hoy es solo un intento de hacer un documental sobre explosiones, pero bueno, me deprime toda esta charla así que mejor veamos la de “James Bond” que mire que ya se acabaron los cortos publicitarios, aunque sabe que, con lo que acabo de decir no me dan muchas ganas de ver cómo arruinan una franquicia tan buena llenándola de lo que le acabo de decir, así que usted véala si quiere, pero yo me voy, a mentiras, el carro lo tiene usted, y usted me lleva para la casa, pues yo lo espero afuera, véala tranquilo, que yo espero.

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